Una vez más, voy de regreso a Amsterdam después de visitar a mi hermana y a mi mejor amigo, en dos países diferentes. Y me voy furiosa.
Me voy furiosa con el gobierno venezolano. En los días que pase en Colombia y Panamá, vi a una cantidad absurda de venezolanos, con o sin diplomas, cruzando las fronteras y trabajando por menos de $1 al día para poder pagarse algo de comer. Hasta vi un hombre regalar bolívares en la calle, pidiendo sólo algo de comer a cambio.
A todos los que aún se consideran chavistas después de ver como han destrozados el pais, les pido que por favor me borren de su lista de amigos. No los quiero ni en Facebook ni en mi vida. Algo era ser tolerante antes, cuando aún muchos decidían ser ciegos y creer en el gobierno. Antes, cuando éramos niños y no teníamos la culpa de repetir lo que nuestros papás decían.
Les pido que me eliminen porque son aliados de un gobierno corrupto y asesino.
Me han robado mi vida en Venezuela y obligado a crear una nueva lejos de mi familia y mis amigos. Han humillado a una nación completa dejando que se les fueran personas con una educación de oro y hecho que millones huyan de sus tierras para evitar la muerte. Y si, lo dramatizo porque eso es lo que están haciendo. Dejan que los venezolanos se mueran de hambre, de la delincuencia o la falta de medicina.
Me voy molesta, con el gobierno y con ustedes, los que dejaron que llegaran al poder, y se quedaran.