Palabras de un motorizado en El Cafetal

05 de Abril del 2014, Caracas

Los manifestantes de Caurimare llevaban una semana pernoctando y protestando en la zona, trancando las calles. En la noche del 04 de Abril llegaron unos colectivos y empezaron a caerles a tiros a robarles la comida y por esa misma razón, hoy desde temprano las personas empezaron a barrer y a reorganizarse. Cuando llegué a Caurimare, eran las 12 de la tarde, las madres estaban barriendo y los estudiantes almorzando, yo traía brownies que había cocinado anteriormente para ellos. Cuando me acerqué, las madres me dijeron de darle unos a los mototaxistas que se encontraban alejados de la zona en la que se encontraban los manifestantes para no ser mal vistos. Me explicaron que aquellos las habían ayudado, y después de haberles dado unos brownies, otro mototaxista se acercó a las madres que le estaban diciendo de ir a almorzar -Él es del otro mando, él no está con ustedes- nos dijo otro de ellos quien estaba las estaba ayudando a llevar las bolsas de basura al final de las barricadas.

© Isabel Bonnet

© Isabel Bonnet

Después de un rato, dos mototaxistas estaban almorzando en una parada de autobús, no estaba en uso debido a las callas trancadas. -Una pregunta, ¿por qué nos están ayudando?- les dije. Mi pregunta no estaba clara, pensé que estaba fuera de lugar, pero ambos entendieron a que me refería: en el país un estereotipo de los motorizados se fue elaborando a raíz del tiempo según el cual aquellos apoyan las ideas del gobierno o son delincuentes usando frases como "No todos los motorizados son ladrones, pero todos los ladrones son motorizados", por esa misma razón me pareció importante preguntarles esto, para romper las ideas preconcebidas, las cuales no son siempre ciertas.

"¿Por qué los estoy ayudando? Tenemos que estar unidos todos, tenemos que ser solidarios. ¿No viste al mototaxista que estaba por ahí? Me estaba insultando, me estaba preguntando por qué estaba ahí mientras que la señora le estaba diciendo de pasar para que le den comida y torta, ¿entonces qué? por eso tuve que decirle a la señora que él no estaba conmigo. -Deja de estar metido en esto, tú eres taxista. Esa gente son de real, ¿qué haces tú ayudando a esa gente? Tú eres taxista- empezó a decirme el señor, fue en ese momento que le dije -Ese no es problema tuyo hermano, esos señores no son de real, todos son venezolanos. Si estoy colaborando con ellos eso no tiene nada que ver con el dinero-".

En ese momento, el motorizado que se encontraba al lado siguió con su idea.

"Claro que estamos de acuerdo con este movimiento, estamos pasando por lo mismo que ustedes. Si tú haces cola yo hago cola, si a mi me falta un caucho a ti te falta un caucho. Aquí hay mucha gente que no quiere aceptarlo y ayudar, ¿entonces qué? ¿Que se jodan los demás y yo me quedo en mi casa tranquilo? Si vamos a luchar, luchamos todos. Tenemos que aportar nuestro apoyo porque afectados estamos todos. Hay que luchar, hay que luchar porque yo no nací en Cuba, yo nací en Venezuela y sigo siendo libre. Yo soy motorizado, tenía dos trabajos y ahora tengo uno. Las horas laborales son las que me afectaron porque ahora tengo que taxear para solventar lo que me falta en la casa. No comparto la opinión del gobierno, en menos de un año ya van tres devaluaciones, ¿qué te compras tú con 3.200 Bs.f? ¿Qué comes? ¿Tres días en tu casa? Lo que pasa es que la gente miente, mientras que les den, la gente es conforme pero, ¿y los demás que no están acostumbrados a esto? Lo motorizados se están uniendo a este movimiento, somos más de la mitad, lo que pasa es que hay un sector que está a pago y otro sector que no lo está. ¿Cómo me explicas que tú viniendo de abajo de un día para otro te apareces con una V-Strom 1.000? Y saliste de la misma línea de taxi que yo. No puede ser un Kino. Es insólito, esta situación nos afecta a todos, en este país ya no hay clases, solamente se trata del que tiene y el que no tiene. Por ahora están medio tranquilos porque consiguen algunos productos pero en el momento en el que de verdad esté el debastecimiento, ¿cómo vamos a hacer? Cuando baje este cerro se acabó, cuando baje el cerro de Petare se tendrán que ir porque se tienen que ir. ¿Por qué? Porque su grupo gerenciaron mal al país, mira a donde vamos, mira a donde vamos…”

© Isabel Bonnet

© Isabel Bonnet

“Yo digo lo que veo: corrupción. En este país lo que hay es corrupción, yo trabajé cuatro años en el Seniat de la Guaira y lo que se ve allá abajo es la corrupción, pero como digo yo: garrafal no, súper híper garrafal, porque tu inviertes 10 mil dólar es para traer un container de zapatos, ¿cuanto tienes que pagar tú nada mas a parte de los impuestos? A cada funcionario, para tú sellar, para mover un papel, para que te muevan el container. Todo eso es dinero, si no pagas se te pudre ahí la mercancía. Si no hay billetes por delante no hay nada, es por eso que la corrupción está que matan a la gente y nadie paga nada. El que no tiene plata se pudre, el que tiene real sale el mismo día. Aquí el gobierno es nada mas para un sector. Como te dije, son los que están a pago. Tú vas al 23 de Enero a uno de esos movimientos de los Tupamaros, para otro no. Los que están enchufados, esos son los que tienen el poder, ellos hacen los que les de la gana y nadie paga, ninguno de ellos pagó. Algo tiene que hacer este movimiento, a alguien le tiene que llamar la atención. Ustedes dicen que la mayoría de los motorizados son chavistas pero solamente es un sector, Tr, V-Strom, la última Machito. Si tú vas al Cuartel de la Montaña parece una tasita de plata, lo que provoca es traer un servicio turístico porque está limpio, no hay delincuencia, está bien cuidado. Cuando tú sales de tu país y vas a otro, ¿Qué no te gustaría tener de ahí para acá? Primero seguridad, a todos nos gusta vivir bien. La dieta del venezolano es otro punto, aquí tú podías decir qué comer porque tenías cómo pagarlo. ¿Pero si no tienes cómo pagar qué vas a hacer? Te comes lo que haya. Te dan la tarjeta de ocho días, son cuatro personas y te dan una por familia, a veces dos. ¿Cuánto va a durar eso en tu casa? ¿Y después? Con la misma tarjeta, la misma cola."

En ese momento el otro mototaxista lo interrumpe y dice:

"Ahora hasta la comida la están vendiendo racionada, si compras algo esta semana entonces te tiene que durar ocho días para volver a comprar. Entonces si te quedas sin harina, ¿tienes que esperar ocho días para volver a comer arepa? De verdad que aquí la cosa está…"

El gas lacrimógeno: ¿Guerra o Control?

Abril 05, 2014, Caracas

© Isabel Bonnet

© Isabel Bonnet


El gas lacrimógeno es un arma química usada entre 1914 y 1918 durante la Primera Guerra Mundial. Hoy en día es utilizado en contra de la población civil provocando de esa misma manera lagrimeo, irritación y ceguera temporal.La palabra "lacrimógeno" proviene del latín "lacrima" que significa "lágrima", el más utilizado de aquél gas es el CS (clorobenzilideno malononitrilo), por lo tanto, causa efectos en los ojos cómo dermatitis o reacciones alérgicas muy graves debidas a la exposición repetida. Al ser inhalada causa una presión en el pecho, tos, náuseas, sensación de ahogo, falta de aliento, afectando de esa manera a los pulmones pero también quemaduras graves en la piel o paros respiratorios.

Producen humo, un agotamiento de oxígeno y óxido de carbono, cuyo gas es altamente tóxico y puede causar la muerte cuando se respira en gran cantidad debido a una insuficiencia respiratoria. Las personas con más riego de muerte por el gas lacrimógeno son aquellas que sufren de problemas respiratorios como el asma o de enfermedades del corazón.

También es importante recordar que afecta principalmente a los niños y a las mujeres embarazadas. En el 2011, el profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Andrei Techernitchin afirma que “Hay antecedentes documentados de que los agentes químicos con que se fabrican las bombas lacrimógenas son abortivos. Además de producir graves daños a la salud, inciden negativamente en los aparatos reproductivos masculino y femenino. Es un peligro que se sigan utilizando contra la población." según el artículo "Los peligros de las bombas lacrimógenas"

Entre el 2008 y el 2011, Venezuela hubiera gastado $6,5 millones para comprarle a una empresa brasilera 143 toneladas de gas lacrimógeno. Ese gas ha sido utilizado desde el primer día de protestas en Venezuela en contra de los manifestantes en varios sectores del país, algunos edificios han sido víctimas de las bombas lacrimógenas, entre esos está el edificio La Fontana de Terrazas del Ávila en Caracas, en ese lugar las personas han recolectado varios residuos de las bombas como la que podemos ver seguidamente.

NO. 4 CS
CS Irritant Agent

Instrucciones:

To be used only by law enforcement and corrections personnel trained in riot control tactics.

WARNING

1. Do not used indoors use only with adequate air supply.

2. Do not use in any manner if this device has been subjected to poor storage conditions or stored longer than four years from the date of manufacture.

3. This grenade contains a separation charge failure to use extreme caution when emplying this product may result in serious injury or death.

Debe ser utilizado sólo por personal policial y por personal correccional en tácticas de represión de disturbios.

ADVERTENCIA

1. No utilizar en interiores, utilizar solamente con suministro de aire adecuado.

2. No utilizar de ninguna manera si el dispositivo ha sido sometido a malas condiciones de almacenamiento o almacenado por más de cuatro años desde la fecha de fabricación.

3. Esta granada contiene un fallo de carga de separación, usarla con una extrema precaución cuando usen este producto, puede provocar lesiones graves o la muerte.

El manifestante responde

04 de Abril del 2014, Caracas

Hoy llegué al cruce de Caurimare en donde los estudiantes trancaban las vías para ir al Cafetal y a Las Mercedes. Lo que me impactó fue el vacío: pocas personas estaban en las calles, los estudiantes se encerraban alrededor de unas barricadas para protestar. Caminé un momento teniendo como única compañera mi cámara y mi megáfono. Finalmente, llegué al cruce de Caurimare en donde se concentraban las personas y decidí seguir con mi rutina tomandoles fotografías. Todo el mundo se cubría el rostro, y pocos dejaban dejarse ver, sin embargo, logré recolectar algunas ideas de los manifestantes que comparto con ustedes:

© Isabel Bonnet

© Isabel Bonnet



Si pudieras cambiar algo en el país ¿qué sería?

Estamos aquí en Caurimare trancando las calles para que la gente se de cuenta de lo que está pasando. Si pasa cualquier cosa o si viene la guardia las personas de los edificios lo van a ver y pienso que van a tener que cambiar de opinión. La idea no es defender un partido político sino que haya seguridad: eso es lo que nosotros estamos buscando. A nosotros nos da miedo salir a las dos de la mañana a una fiesta y que nos atraquen entre otras cosas.

¿Un mensaje para Venezuela?

¡Anímense y vengan!

© Isabel Bonnet

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Si pudieras cambiar algo en el país, ¿qué sería?

© Isabel Bonnet

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Hombre: Miles de cosas en realidad (risa). Lo principal en mi opinión sería el Presidente porque todo gira alrededor de nuestro líder. Obviamente entre las cosas como tal, además del Presidente yo creo que también sería la inseguridad, poder uno como persona salir a las calles tranquilamente sin necesidad de estar asustado. Ya mucha gente no sale a las calles, por lo menos, uno ya a las siete tiene que estar metido en su casa por el susto de que nos vayan a robar. También pienso que habría que aumentar el nivel de educación para los jóvenes porque hay muchos que no tienen la oportunidad de estudiar y tener un futuro, muchos de ellos viven en las calles y no es porque no quieren estudiar sino porque no tienen los recursos. Hay mucha gente que se está muriendo del hambre porque el gobierno supuestamente les compra y les da comida pero eso es mentira.

Principalmente todo es el gobierno, todo gira alrededor del gobierno. Si el gobierno no cambia, los demás no van a cambiar. Yo respeto las opiniones de cada quién y pienso que cada uno tiene su manera de ver las cosas. Tengo amigos que son chavistas pero cuando me hablan de política prefiero cambiar de tema.

¿Qué mensaje quisieras transmitirle a las personas que tienen una opinión opuesta a la tuya?

Hombre: Principalmente que sean personas razonables y que sean personas que no se dejen llevar por las promesas que les dicen -Te prometo que haré esto, que haré aquello- por ejemplo. Les pido que vean la realidad de las cosas, no ser ciegos ante la situación porque muchas personas ahorita están siendo engañadas, siendo compradas. El gobierno ahorita les está dando dinero, les está dando televisores, les está dando todas las comodidades a las personas y ese tipo de personas tienen que abrir los ojos y no ver lo que necesitan sino lo que necesita el país. Todos somos hermanos, se supone que todos somos venezolanos y todos queremos un futuro para nuestros hijos, para nuestra pareja, para toda la familia, no queremos vivir en un mundo en el que uno no pueda salir tranquilamente, un mundo en el que uno no se muera de hambre, un mundo en dónde en un futuro no tenga que pagar "una bola de real" por decirlo así para conseguir comida como en Cuba. Queremos un mundo de libertad en donde todos seamos iguales y podamos tener acceso a lo que es la libertad de expresión, a la libertad de poder caminar tranquilamente, la libertad de poder hacer tantas cosas que hoy en día no podemos hacer, y por eso hoy nosotros estamos luchando aquí muriéndonos del hambre, durmiendo en las calles, pero no importa porque nosotros estamos luchando por nuestro país y por la gente que dice ser venezolano. Hoy en día estamos protestando para que nuestro país mejore y para que toda la gente que esté viviendo al extranjero regrese a su país natal para que puedan vivir la vida que merece Venezuela.

Mujer: El país más rico lo podríamos tener nosotros. Antes, todo lo producíamos, todo lo teníamos, y ahora míranos como estamos: no producimos nada. Este país podría ser el mas rico del mundo, deberíamos estar mejor que Dubai, deberíamos tener calles de oro.

© Isabel Bonnet

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Hombre: Venezuela está clasificado como el tercer país más peligroso del mundo y lo más triste es que ahora los chinos y los cubanos tienen el dinero de los venezolanos.


Si pudieras cambiar algo en el país, ¿que sería?

La manera en que el gobierno está controlando la situación que estamos viviendo, por lo menos, la economía. Es la peor economía que en toda Latinoamérica. Otra cosa que cambiaría sería la inseguridad; este es uno de los países más inseguros y con más muertes en todo el mundo, siendo peor que Irán, peor que Irak, pareciera que también hubiese una guerra aquí en Venezuela cuando estamos en una supuesta "paz". El sistema del gobierno no está funcionando y simplemente eso es una de las cosas que yo cambiaría: el gobierno como tal.


¿Qué significa para ti la libertad?

¿La libertad? Que cualquiera pueda expresarse libremente sin que los estén apuntando con un arma en la cabeza o queriendo meternos presos, que uno pueda salir a la calle a toda hora sin el miedo a que le roben el celular, o que lo maten con un tiro. También es que uno pueda entrar a un supermercado y tener la libertad de comprar lo que uno quiera sin tener que hacer una cola de dos horas.

© Isabel Bonnet

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¿Qué mensaje quisiera transmitirle a los demás?

Desde su casa la protesta no está funcionando, ustedes se quejan del gobierno y dicen que esto no sirve, que necesitan un cambio; pero aún así se quedan en su casa o van al trabajo, se quedan viendo su novela o se van de "rumbita" esto así no va a funcionar.

La lucha es de todos y para todos los venezolanos, no es solamente una protesta estudiantil, ni una protesta en contra de un partido político, es una protesta en contra de los problemas que nos afectan diariamente en el país. El cambio lo hacemos nosotros, no deben rendirse, aún tenemos la esperanza de una Venezuela diferente.

© Isabel Bonnet

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Fotos: ¿Arma de Guerra?

1ero de Abril del 2014, Caracas

© Isabel Bonnet

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No era más tarde de las 6:00pm, el caos comenzaba a envenenar la ciudad de Caracas que sufría poco a poco las consecuencias de las barricadas instaladas por los estudiantes de la ciudad. El tránsito estaba limitado, los diferentes sectores de la ciudad estaban bloqueados por los manifestantes y sin embargo otros se veían indiferentes frente a los acontecimientos que ocurrían en el país. Al comienzo no era un día que se diferenciaba de los otros: desde el 12 de febrero el caos es una costumbre, un fenómeno que ocurre alrededor de cuatro veces a la semana, si no es un poco más o un poco menos.

© Isabel Bonnet

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Estaba a punto de salir para la plaza Altamira, también llamada "el campo de guerra" por algunos. Caracas es una ciudad en donde los carros, los autobuses, el metro y las motos son el principal medio de transporte, no es común hacer un trayecto de un lugar a otro sin usarlos. Las calles estaban bloqueadas y el paso estaba restringido. Llegué a la plaza Altamira, mi primera mirada se dirigió hacia la abundante cantidad de humo que se había perdido en el paisaje que dibujaba la montaña que rodea la ciudad, el Ávila. Las barricadas prendidas en fuego, también llamadas "guarimbas" mostraban el enojo y la molestia de los estudiantes por el gobierno, la inflación, la inseguridad, la censura, la corrupción, la dictadura, la escasez, la violencia, las mentiras y las injusticias. Todos estos problemas son una generalización de las razones por las cuales la gente está cansada de este gobierno, en donde se suman razones personales.

© Isabel Bonnet

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Es en ese contexto que se inscribía la imagen que tenía frente a mí : los estudiantes y los adultos con una larga bandera de Venezuela entre sus manos, sus rostros con mascaras y lentes de natación para protegerse de las bombas lacrimógenas. Algunos daban vueltas en bucle sin saber qué hacer, y yo seguía sus pasos tratando de encontrar una imagen interesante para fotografiar. Fue en ese momento donde fotografié a un estudiante frente a una guarimba, le pregunté qué cambiaría en su país si pudiese hacerlo. Él contestó en dos palabras que sería el gobierno. Luego me dijo que el gobierno está matando a sus estudiantes, los cuales son el futuro del país, que sin ellos el país no puede progresar.

Antes de terminar su respuesta las personas que estaban en la plaza comenzaron a hablar entre sí, como si una noticia importante había sido revelada. En ese momento no entendí de qué se trataba, pero luego escuché a un hombre prevenir con un tono que no sabría decir si era de alivio o de preocupación que las ballenas habían llegado. Eso era lo que estaban esperando: protestaban para provocar a guardias nacionales (GN) para poder de esa misma manera llamar la atención del gobierno.


Me fui enseguida y me dirigí hacia el hombre que manejaba la moto cuyo apodo era "Indy" y me llevó al lugar en donde se encontraban los guardias y las tres ballenas. Pasamos rápidamente, apenas me dio tiempo tomar una foto. Nos dirigimos a la avenida Francisco de Miranda, quién se encuentra cerca de la plaza Altamira. En ese lugar se encontraban más de 37 carpas montadas al frente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los estudiantes pernoctaban allí para protestar y para pedir a la organización de traer a un representante en el país con el fin de analizar la situación en la que se encuentra Venezuela desde el 12 de febrero. Me bajé de la moto y pasé por encima de la rampa para estar en el canal en el que estaban las personas.

Me acerqué y vi a dos jóvenes sentados en el suelo, los saludé mientras veía al mismo tiempo la cantidad de carpas que me rodeaban -Si pudieras cambiar algo, ¿qué sería?- les pregunté. Se vieron con enojo y uno de ellos me respondió que en este momento, su única respuesta aceptable era el gobierno, le pregunté cual mensaje quisieran compartir con las personas que se encuentran hoy en su casa y ven los eventos que ocurren en el país -En primer lugar, quisiera decirles que no se quejen. Ellos (el gobierno) están matando al país y los están hundiendo en un agujero sin salida, pero no deben rendirse. Todavía estamos a tiempo, no estamos como Cuba, todavía nos queda la intriga. El objetivo está claro, ahora las personas deben seguirlo- me respondió uno de los dos estudiantes. Fue en el momento en el que terminó de contestar mi pregunta que finalmente me pregunto cual era su finalidad, en dónde publicaría mis fotos y para quién trabajaba. Las personas tienen miedo de revelar su identidad, no quieren tener un motivo más para atraer a la policía, y en ese mismo contexto ser detenidos. Me quedé un momento rodeada de las carpas, estaba tomando fotos mientras que el sol desaparecía poco a poco.

© Isabel Bonnet

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Finalmente regresé a mi asiento trasero de la moto, y nos dirigimos a la autopista. Pasamos entre los carros acumulados, no se movían, el paso restringido complicada el trayecto. Íbamos en contra del viento que nos pegaba en los rostros debido a la velocidad a la que íbamos. Fue en ese momento que mis ojos y mi nariz me empezaron a doler, empecé a derramar unas lágrimas y era casi imposible mantener los ojos abiertos: la Guardia Nacional había empezado a lanzar bombas lacrimógenas contra los manifestantes . No obstante el hecho de que no podía abrir los ojos correctamente, logré tomar algunas fotos acercándome al máximo con el objetivo de mi cámara a las calles que se veían desde la autopista, en dónde estaban lanzando el gas. Indy se dirigía al lugar donde las estaban lanzando, la complejidad de la congestión aún estaba presente y nos costó pasar entre los carro, pero aún así, finalmente logramos llegar. Las personas que estaban en las calles desertadas se alejaban lo más posible del lugar en donde se podía observar el humo cubriéndose los rostros para poder respirar mejor. Mientras nos acercábamos lentamente, el olor de las bombas se intensificó. Las barricadas estaban encendidas y el fuego bloqueaba el camino para entrar en el corazón del conflicto. -Levanta los pies- me dijo Indy antes de pasar entre las llamas.

© Isabel Bonnet

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Fuimos a una bomba de gasolina, cuya estaba vacía. En frente de nosotros había un fotógrafo que se estaba devolviendo - Ten cuidado, no te acerques- me dijo. Miré el lugar que me estaba señalando con la mano: más de quince oficiales estaban sosteniendo a un hombre para llevarlo con ellos, el hombre estaba tratando con todas sus fuerzas de resistir, le tomé algunas fotos mientras que el miedo a ser vista por uno de los policías me consumía. Hubo un instante en que todo sucedió tan rápido que perdí el orden de los acontecimientos. El hombre salió corriendo, todos los policías comenzaron a perseguirlo, y mientras yo observaba y fotografiaba la escena el que manejaba Indy me dijo que iba a acercarse más. Inmediatamente me voltee y vi a un hombre quien estaba siendo arrastrado por el piso, lo sostenían por una pierna, la camisa se le bajó hasta su rostro y los policías empezaron a golpearlo. Impresionada e impactada por los sucesos, tomé varias fotos -¡Cuidado! ¡Ya vienen por ustedes! ¡Váyanse!- empezó a gritar de repente el fotógrafo. Indy aceleró mientras los policías se dirigían hacia nosotros en sus motos. El miedo se apoderó de mí y me imaginaba sufriendo las mismas sanciones que los otros testigos que fotografiaron los horrores cometidos por los policías: ya veía mi cámara entre sus manos, destrozada en el piso o la tarjeta de memoria confiscada, me golpearían o quizás sería detenida por la policía. Fue en este momento que una de las motos nos bloquearon el paso, habían dos policías. Uno de ellos, él estaba en el asiento de atrás me dijo que le diera mi cámara -Yo le muestro cómo elimino las fotos- le dije. Se acercó a mi, yo tomaba mi cámara muy fuertemente entre mis manos y le enseñaba como borrar las fotos, una por una. Trataba de pensar en una excusa para evitar eliminar más evidencias y pruebas de la atrocidad que había presenciado, pero él miraba cuidadosamente las fotos desfilar en mi pantalla. Finalmente, apareció una foto de la autopista que había tomado antes de ir a ese lugar, le dije que las otras fotos eran de la montaña y de la autopista. No sé si me creyó o si estaba apurado y tenía que irse, él simplemente le preguntó al conductor para cual periódico trabajábamos, pero aquél le explicó que yo todavía estaba en el colegio, que yo no trabajaba. -Si las personas protestaran pacíficamente, no tendríamos para tomar estas medidas- nos dijo el colectivo antes de irse. El conductor y yo también nos fuimos, el miedo seguía presente y no podía borrar la imagen que tenía en mi mente -¡Lástima! ¡Lástima!- repetía Indy, lástima.

© Isabel Bonnet

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Cuando llegué a mi casa, por primera vez no estaba ansiosa de ver mis fotos en la computadora: quería recuperar las que había tenido que eliminar para mostrarle al mundo lo que realmente está sucediendo en el país. Corrí a la cocina para contarle a mi madre lo que había pasado. Teniendo en cuenta todos lo que me había pasado en el día, ella pensó que le estaba gastando un chiste, una "inocentada" (el día de los inocentes en Francia es el 1ero de Abril). Es verdad no era el mejor día para pedir que se tomen en serio los hechos, me dijo que ese mismo día cuatro fotógrafos fueron agredidos violentamente. Es una pena que el país haya llegado a un punto en el que la veracidad de los hechos no sea cuestionada por el hecho de que me haya visto obligada a borrar mis fotos irrespetando la libertad de expresión, sino porque esa ha sido la única consecuencia, y hubieran tenido que romper mi cámara o agredirme violentamente.

Ese día lanzaron gases lacrimógenos, hubo tiros de perdigones, hubo al menos 13 heridos, uno recibió un tiro y otro sufre de fracturas reportadas por el alcalde de Chacao, Ramón Muchacho. Hubo 15 detenidos por la policía, y varias zonas de la ciudad, como Las Mercedes, Chacao, Los Palos Grandes, Altamira y El Rosal sufrieron una terrible violencia y represión el 1ero de Abril de 2014.

Las fotos pueden haber sido eliminadas por culpa de los colectivos, pero la imagen sigue grabada en mi mente, por eso comparto esta historia con ustedes hoy, la censura nos impide mostrar la realidad de los horrores cometidos en Venezuela. Hoy vuelvo y repito las palabras de uno de los estudiantes que pernocta en las carpas: El objetivo está claro, ahora tenemos que seguirlo.

Venezuela, o te luchamos, o te perdemos

Marzo 24, 2014, Caracas

Venezuela, el primer país de Suramérica en proclamar su independencia, el primer país en abolir de forma definitiva la pena de muerte para todos los delitos, el país que tiene las mayores reservas probadas de petróleo a nivel mundial, la novena en gas natural, la decimosexta en oro, posee el conjunto de áreas protegidas más extenso de América Latina. Venezuela, un país con una geografía variada por sus playas, sus sabanas, sus selvas, sus desiertos, sus montañas -incluyendo la cadena de montañas más grande del mundo, la cordillera de Los Andes- sus tepúes y sus cascadas -incluyendo la más grande del mundo, el Salto Ángel-.

© Isabel Bonnet

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Venezuela, cuya bandera representa por el amarillo su riqueza, por el azul el mar Caribe y por el rojo la sangre derramada en las luchas independentistas, hoy sigue derramando sangre en sus calles. En el 2013 se calculan mas de 25.000 homicidios y en los últimos 15 años más de 200.000 caídos y víctimas de la violencia criminal del país. Venezuela, el país cuya capital, Caracas, figura como segunda ciudad mas peligrosa del mundo.

Sumamos a estas cifras un 56,2% de inflación acumulada en el 2013 lo cual lleva como consecuencia al país a ser el primero en tener la peor inflación en el mundo. Venezuela es el país más corrupto de Latinoamérica, y el país con el precio de combustible más barato, pagando $0,02 por litro.

© Isabel Bonnet

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Sin embargo, en el 2007 Venezuela figuró en el Guinness World Records como el país con la población mas alegre del mundo, es por esa misma razón que los venezolanos hoy protestan por un futuro mejor. Hoy, todas esas razones nos impiden vivir en paz en un país en el que la felicidad y el bienestar de las personas podría sobrar. Hoy pedimos paz, pedimos libertad de expresión, pedimos un parado al gobierno que ha llevado al país a una escasez, una pobreza y una inseguridad terrible.

Hoy 24 de Marzo, se suman 34 caídos desde el comienzo de las protestas en el país.

Venezuela, o te luchamos o te perdemos.

El Gran dictador, el discurso final

17 de Marzo del 2014, Caracas.

El día de hoy, en clases de historia estábamos, mis compañeros y yo, estudiando el totalitarismo. Por lo tanto, la profesora decidió mostrarnos la película El Gran dictador de Charlie Chaplin, y seguidamente estudiamos su discurso final. Por esa misma razón pienso que ese discurso encaja perfectamente con los acontecimientos que surgieron en Venezuela. Comparto con ustedes el discurso.

© Isabel Bonnet

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“Lo siento.

Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni ayudar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.

Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.

Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.

Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oirme, les digo: no deseperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de homres que temen seguir el camino del progreso humano.

El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.


Soldados.

© Isabel Bonnet

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No os entreguéis a eso que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir.

Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.

Vosotros no sois ganado, no sois máquinas, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo lo que no aman odian, los que nos aman y los inhumanos.

Soldados.


No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. El el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres..." Vosotros los hombres tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravilosa aventura.

En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán.

Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.

Luchemos por el mundo de la razón.

Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.

Soldados.

En nombre de la democracia, debemos unirnos todos.”